sábado, 6 de octubre de 2012

Sobre leyes, mujeres y violaciones

José Manuel Castelao Bragaña es un emigrante gallego que salió de su pueblo siendo niño, se formó en Argentina, se licenció en Derecho en aquel país y se dedicó a la abogacía hasta su jubilación. Por “sus abnegados desvelos por los asuntos relacionados con la emigración española en su país de acogida” fue elegido presidente del Consejo General de Emigración (CGE) en 1998, cargo que dejó en 2005 para pasar al Parlamento Gallego donde había sido elegido en por el Partido Popular. Por esos abnegados desvelos el gobierno le había concedido la medalla de honor de la Emigración y se supone que por la misma razón el pasado 1 de octubre el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior le ratificaba como presidente, cargo para el que había sido designado por la ministra Fátima Báñez.
En resumen, un segundón como los que pululan por cualquier partido político al que se le premian los servicios prestados con un cargo también de segunda fila, de los que dan relumbrón y poco trabajo.

Pero hete aquí que, en la misma sesión en la que se ratificaba su nombramiento, el segundón se siente protagonista y decide hacer su frase. Probablemente, ni siquiera fuera su intención agraviar a nadie, quizá sólo quiso ser ingenioso cuando dijo aquello de que “las leyes, como las mujeres, están para ser violadas”. Quizá quiso apelar a la camaradería de sus contertulios, una cosa de machos, un chiste, una broma tabernaria.

Se confundió, evidentemente. Se equivocó del todo. En primer lugar, y es lo único alentador en esta historia, porque algunos de sus contertulios se sintieron agraviados y, en vez de callarse y enfurruñarse, trasladaron su queja al representante de la Administración que le había propuesto, el director general de Migraciones. En segundo lugar, porque en este mundo globalizado, cualquier frase pronunciada, por pedestre que sea, corre el riesgo de aparecer en las redes sociales y poner en evidencia a su autor. Es lo que ha ocurrido.

Refieren quienes asistieron a la reunión del Consejo que Castelao se retractó y pidió disculpas tan pronto como le afearon su conducta. “Soy un devoto de la mujer”, aseguró. Habrá que saber qué entiende este hombre por devoción. Pero el hecho constatado es que sólo cuando la frase de marras saltó a las redes sociales y éstas recogieron el flujo de protestas e indignación el autor de la misma presentó su dimisión.

El incidente ha puesto de manifiesto, entre otras, dos cuestiones que exigirían alguna explicación. En primer lugar, por qué no hubo ninguna reacción de la instancia que le había nombrado, esto es, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ni del partido que le cobija, el Partido Popular. En segundo término, qué criterios se tienen en cuenta a la hora de nombrar un cargo público.

Y una consideración final. La frase es desafortunada, además de grosera. Pero, además, se enfrenta a la Ley de Igualdad, aprobada en marzo de 2007, ley que el PP recurrió ante el Tribunal Constitucional.

Pasando por alto, que ya es pasar, que un abogado considere que las leyes están para ser violadas, este es el momento de recordar que, según datos del Ministerio de Interior,  en España hay 137.000 mujeres en situación de riesgo, de las que 34.700 son de alto riesgo y 7.100 de riesgo extremo y que cada año mueren alrededor de 70 mujeres a manos de quienes, como el ilustre parlamentario y carguillo público, siguen creyendo que las mujeres están para violadas y, si no lo aceptan, asesinadas.

5 comentarios:

  1. Desgraciadamente nos tienen acostumbrados a esas perlas. Recuerdo al famoso MAR comparando La Constitución con una debutante, al alcalde de León, etc, etc, etc....
    Este, al menos, aunque sea por la presión de las redes sociales, ha tomado la decisión de marcharse discretamente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No quiero acostumbrarme a perlas de ese tipo. Y sigo esperando que alguna vez sean los de su propio partido quienes echen de sus filas a bocazas semejantes. Entretanto, bienvenidas las redes

      Eliminar
  2. Dónde esta la sorpresa? Sinceramente, en que haya dimitido.
    Triste pero real.

    Un beso de fiestas con cachirulo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ha dimitido cuando el escándalo ha saltado a las redes, conviene no olvidarlo.
      Hale, a disfrutar.

      Eliminar
  3. Fernando Aramburu escribe en su blog, a propósito de una presentación de su libro:
    "Me flanquearon hembras a la mesa. Estaba, pues, como en casa. Es que congenio con el rebaño cuando es bello y huele bien".

    Y no pide disculpas.

    ResponderEliminar

Lo que tú digas