lunes, 19 de mayo de 2014

Cuidado con la superioridad intelectual



Estoy a punto de ser anegada por el torrente producido por el candidato Arias Cañete y su superioridad intelectual. Cuando consigo liberarme de la oleada de exculpadores voluntarios que salen en defensa del candidato popular, me tumba el alud de intérpretes semiológicos que traducen lo que realmente pretendía decir Cañete cuando declaró que no quiso abusar de su superioridad intelectual y acorralar a Elena Valenciano para no parecer machista.
Si rememoro el debate en función de Cañete dan ganas de decirle: menos lobos caperucita. La impresión que saqué es que ninguno de los dos había explicado gran cosa de su programa para Europa, que ambos se habían enzarzado en un sucesivo “pues anda que tú” pero que, con esos condicionantes, Valenciano le había vapuleado intelectualmente hasta dejarlo totalmente grogui.
El candidato popular llegó al plató de TVE “sobrao”. A mí Sabino, que los arrollo, debió decirle a su instructor electoral. A esta rubia me la como de un bocao, pensaría el hombre, acostumbrado a catas de toda índole. Pero la rubia se reveló como una persona solvente, que había preparado su intervención y que estuvo muy por encima de su oponente. Cañete, sin embargo, apareció torpón, dialéctica y personalmente, desordenado y algo perdido. Sin mencionar la comunicación no verbal, absolutamente deplorable, como bien le habrá señalado Pedro Arriola, a quien imaginaba subiéndose por las paredes si estaba viendo lo mismo que veíamos los demás.
En resumen, Arias Cañete no dio muestra ninguna de superioridad, antes al contrario. Perdió por las buenas y no hubiera pasado nada por reconocerlo. El remedio fue peor que la enfermedad. Cuando se colgó de la supuesta superioridad intelectual, directamente se retrató y lo hizo con un mal modelo: el del machismo.
Los machistas lo son no por una tara hereditaria o por maldad congénita sino porque realmente están convencidos de que los hombres son superiores a las mujeres. Los agresores maltratan a sus parejas porque están convencidos de su superioridad. La prueba es que no levantan la voz a sus jefes, no fanfarronean con un bombero y ni se les ocurre levantar la mano a un policía bien armado. Maltratan porque creen que la mujer es débil, porque no la creen capaz de decidir por sí misma o de defenderse.            
Ganas dan de repetir lo que tantas voces han recordado estos días. En un país con hábitos democráticos más profundos, Cañete habría tenido que irse a su casa (seguramente mucho antes que ahora pero ahora, seguro) y, en el peor de los supuestos, habría salido inmediatamente a pedir disculpas a Elena Valenciano, como aludida, y a por extensión, a todas las mujeres. Lejos de eso, Rajoy, tan lento habitualmente, se ha apresurado a afirmar que Cañete es el mejor candidato.
No preguntaré cómo serán sus otros candidatos si éste es el mejor porque no es asunto para bromear. El síndrome de la superioridad intelectual mata cada año a más de medio centenar de mujeres así que mucho cuidado con lo que se vota el domingo.

9 comentarios:

  1. todo lo que venía pensando al leer el título de tu post, ya lo has dicho tú, así que nada que añadir...
    quizás que me gustaría pensar que esto tendrá repercusiones en la única vía que de momento tenemos los ciudadanos, que es votar de vez en cuando... pero conozco demasiado este país (no olvides que soy valenciana y por aquí las hemos visto de todos los colores) y sé que el día 25, esto no tendrá ningún tipo de castigo...
    en fin... te diría mas cosas pero de buena mañana no me quiero encender...
    gracias por el post... ahora me siento menos sola y menos loca...
    Besotes!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ni sola ni loca. Lúcida y buena sementera.
      Siempre es una alegría verte por aqui.
      Besos.

      Eliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Alguna coma mal puesta podía infundir a errores de ahí que anulara el comentario anterior.

    Este debate y a lo largo de más de dos horas lo mantuvimos en el club de lectura tras leer a Simone de Beauvoir más de 20 mujeres y 3 hombres, a pesar de ello jugábamos con ventaja, esto último lo argumento de la siguiente forma, el hombre, la sociedad, el 50% de la humanidad es machista (1) desde que se bajó del árbol hace varios millones de años, eso está asumido; antes el hombre cazaba y la mujer, como mucho, acompañaba; en la actualidad basta ver la escasa por no decir nula representación de la mujer a nivel global en la alta política, en las empresas, en la enseñanza, en los medios de información, la mujer está muy bien representada en lugares relacionados con lo privado, es decir el hogar y sus entornos; en tanto que el hombre ocupa por completo la esfera pública y todo ocurre a pesar de que en la Universidad la presencia de la mujer casi dobla al hombre ¿que pasa entonces?, ¿porqué no alcanza cotas más altas?, es sencillo, los hombres no quieren perder el poder y permiten que se llegue a cierto nivel, no más; evidentemente el no querer perder ese poder trae consigo malas consecuencias, una de ellas es la violencia machista: "la maté porque era mía" que más signo de poder machista es este, otros, “tan solo” se limitan a decir que la mujer es inferior intelectualmente, recuerdo que hasta no hace mucho (pleno siglo XX, la mujer tenia que pedir permiso al marido en España para realizar muchas actividades, como sacar dinero del banco)

    Bien es cierto que desde la Revolución Industrial y sobre todo en los años 60 los movimientos feministas y la mujeres por si mismas están dando muchos pasos para romper ese machismo histórico, están consiguiendo avances que algunos hombres no quieren que ocurran, otros pensamos que la humanidad no puede desaprovechar la capacidad intelectual del 50% de la humanidad. Llegado a este punto hay que reconocer que las mujeres se encuentran con otro problema, tienen a su enemigo en casa, están esas falsas feministas o mujeres que se comportan peor que los hombres cuando alcanzan cierto poder, ejemplos en España y Europa hay algunos muy populares.

    Para terminar diré que en tan poco espacio es difícil mantener una exposición sobre este tema que se va abriendo como un abanico según se va avanzando en un debate, en consecuencia aquí me quedo, eso si, para terminar solo decir que antes o después, el hombre, hoy machista, no podrá evitar que la mujer alcance la igualdad. Seguro que a un nivel de iguales este mundo será diferente.

    Un saludo

    (1) Machismo: DRAE: "actitud de prepotencia de los varones respecto a las mujeres"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El machismo es un paradigma caduco pero hay quien todavía no se ha enterado, de la misma manera que cuando triunfó la Revolución Francesa hubo muchos que tardaron en percatarse. Incluso hubo a quienes la ignorancia les costó cara.
      La elaboración de nuevos paradigmas es una tarea de toda la sociedad. Vamos haciendo camino.
      Saludos.

      Eliminar
  4. Bueno. Por eso será que ya no lo quieren sacar a la calle y le han pedido que se quede en casa "hasta que escampe".
    En Miajadas, ayer, lo pusieron a sembrar tomates.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sé qué decirte. Yo no comería esos tomates con mucha confianza...

      Eliminar
  5. Si es que ¿quá más decir? que me alegra saber que lo han recogido en casita, para que no meta más la pataza que tiene, pero ¿lo pagará en las urnas? Sabemos que no, y al menos a mí me da una rabia ¿otra copa?

    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No lo pagará, Pilar, casi nunca se paga del todo.
      Y sí, estoy pensando seriamente darme a la bebida.
      Besos.

      Eliminar

Lo que tú digas