viernes, 23 de enero de 2015

Derribar muros, construir puentes

Hoy no se puede leer el periódico, ni oir la radio ni ver la tele. No, si quieres evitar una úlcera de estómago y conservar un poco de cordura.
Trae algún digital información detallada de la reunión mantenida por la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, con José Manuel Lara, el dueño del Grupo Planeta, (Antena 3, La Sexta, Onda Cero o La Razón). El objetivo del encuentro –los ministros fueron quienes se desplazaron a casa del empresario- era pedir a Lara que recortara la presencia de Podemos en las televisiones del holding y a cambio el gobierno podría abrir la mano con nuevas concesiones de licencias. En pocas palabras: se ha puesto sobre la mesa la libertad de expresión como moneda de cambio. Está por ver el resultado de la propuesta como está por ver cuánto tiempo puede aguantar Planeta con los números rojos que arrastra.
Superado este primer trago, nos atacan por tierra mar y aire las noticias que tienen a Luis Bárcenas como protagonista. El ex tesorero se ha comido el marrón de los 19 meses en chirona y ha salido parlanchín. No es que diga nada nuevo, es que lo que lleva diciendo desde hace años es lo suficientemente grave para que hubiera caído el gobierno de cualquier país decente. Aquí no, aquí esas cosas no suceden. Aquí, algún iluminado tuvo la genial idea de demorar la salida de Bárcenas de la cárcel –supuestamente para evitar que sus declaraciones abrieran todos los informativos- y fueron a abrir la puerta para que pudiera entrar en directo en el programa El Intermedio del Gran Wyoming. Justo también cuando aún no había concluido el TD2 de TVE que así pudo hacer una demostración de poderío censurando las palabras del “hombre maldito” del PP. Que se necesita ser muy maquiavelo o muy torpe o ambas cosas.
Si uno consigue avanzar la jornada sin desmayo, mejor que pase por alto las imágenes de la policía entrando con uniformes y pertrechos de asalto en la casa de una familia con tres hijos, el menor de mes y medio, y los padres en paro. La familia ocupaba un piso de la Empresa Municipal de la Vivienda de Madrid que, como parte del patrimonio municipal, fue vendido a un fondo de inversión bien definido como fondo buitre. Al no poder pagar el alquiler de la vivienda porque carecen de ingresos, han sido desahuciados. El fondo de inversión ha recordado, por si fuera preciso, que ellos compraron los pisos para ganar dinero no para hacer caridad, que para eso ya está Caritas.
Medio centenar de policías antidisturbios se han presentado esta mañana en la vivienda y han reventado la puerta del piso a golpes. Las imágenes son desoladoras. La familia desahuciada y miembros de la Plataforma Anti Desahucios que les han venido apoyando habían tratado de atrancar la puerta con una nevera y un colchón para dificultar el acceso. Inútilmente, en la grabación televisiva se ve cómo los golpes consiguen forzar la puerta y remover los obstáculos y, finalmente, cómo aparecen los cascos de los agentes antidisturbios que expulsan a la familia de la casa. La madre, en un aparte, da el biberón al pequeño de la familia.
Las imágenes son de tal violencia moral que se te encoge el alma. Cuando te recuperas, te preguntas si la policía antidisturbios está para desalojar por la fuerza a familias que no pueden pagar un sitio donde vivir; o si los ciudadanos cedemos al Estado la exclusividad del uso de las armas para que el gobierno lo aplique contra personas indefensas cuyo único delito es ser pobres mientras con esas mismas armas, financiadas con nuestros impuestos, protege a empresas que, como Coca Cola, se niega a cumplir la sentencia que declara ilegal los despidos incluidos en el Expediente de Regulación de Empleo.
Si te puede el vicio de la información es mejor que hoy no caigas en la tentación. Podrías encontrarte con Aznar y Cospedal dando lecciones de honestidad y justicia detrás de un cartel que reza: Juntos por un gran país. Que si es juntos tiene que ser Suiza, creo yo.
En vista de lo cual, he abierto el Código de Ternura al buen tuntún y me ha salido: La ternura es el camino para derribar muros y construir puentes.

Será eso. 

4 comentarios:

  1. Fantástica entrada y no porque los hechos no los conociera, pero lo has explicado tan bien que entran ganas de hacer algo para romper este sistema corrupto e injusto, aunque la verdad, dentro de no mucho podremos hacerlo, yo daria a leer tu artículo.

    Saludos

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  2. Fantástica entrada y no porque los hechos no los conociera, pero lo has explicado tan bien que entran ganas de hacer algo para romper este sistema corrupto e injusto, aunque la verdad, dentro de no mucho podremos hacerlo, yo daria a leer tu artículo.

    Saludos

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  3. Nada, que voy a tener que comprarme una tele nueva o aprender cómo funcionaba la vieja. Creo que me estoy perdiendo algo interesante.

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